Nuestro viaje comienza en Uyuni, a donde se puede llegar volando (y también por tierra) desde La Paz o Santa Cruz.

Si el vuelo internacional llega a La Paz (alrededor de 3600m de altura), recomendamos llegar dos días antes del viaje para aclimatarse. Es una buena forma de asegurar no tener mal de altura cuando comience nuestro viaje en Uyuni. En caso de encontrar vuelo a Santa Cruz, lo ideal es directamente llegar a Uyuni (3700m de altura) uno o dos días antes para acostumbrarse a la altura y disfrutar al máximo del viaje desde el día 1.

En cuanto al retorno, los vuelos salen desde Calama, que se encuentra a 1h de San Pedro de Atacama. Dispondremos de transporte para llegar hasta el aeropuerto a la hora que sean los vuelos. Estos deben ser sacados a partir de las 15h del día 29.

El salar más grande del mundo. Tan grande es su tamaño que Neil Armstrong, al ver esa mancha blanca en la tierra desde la luna, decidió venir a visitarlo en cuanto pisó de nuevo la tierra.

Se trata del lugar de Bolivia más visitado por el turismo, y uno de los lugares más fascinantes del planeta, siendo un escenario único que da rienda suelta a la imaginación y la creatividad. 

Podremos hacernos divertidas fotografías de perspectivas, ver algunos de los atardeceres más impactantes de nuestras vidas y posiblemente contemplar ese reflejo que parece un espejo. Estamos cerca de la temporada de lluvia y normalmente suele haber algunas zonas del lago con reflejo.

Esta isla en medio del salar parece un oasis sobre las nubes, un escenario que parece salido de una película de ciencia ficción. Sus cactus crecen alrededor de un centímetro por año, por tanto se trata de especies centenarias que dan al lugar una estética fascinante.

Un lugar absolutamente fotogénico, donde quedaron abandonados antiguos trenes de madera, a través de los cuales podremos pasear y transportarnos a otra época. 

En esta reserva de Bolivia encontraremos una gran concentración de flamencos que disfrutan de los moluscos que les dan su característico color rosado. Lo maravilloso del lugar es que no solo los flamencos son rosas, la propia laguna tiene también toda una paleta de tonalidades rojizas que hacen de este un lugar único y muy fotografiable.

Ya en Chile encontraremos uno de los lugares más sobrecogedores de la región. Los Geysers del Tatio se encuentran a 4200m de altura y son el tercer conjunto de Geysers más grande del planeta. 

Contemplar las columnas de humo que surgen de la tierra mientras nuestro guía nos da explicaciones geológicas es toda una experiencia. En la propia ruta encontraremos camélidos, flamencos y otros muchos tipos de aves y fascinante flora autóctona.

Las lagunas de Baltinache tienen tal concentración de sal que uno puede bañarse en ellas y flotar tanto que da la sensación de volar. Por si fuera poco, su suelo es blanco (sal) y su agua tiene unas tonalidades de azul turquesa que hacen de este un lugar absolutamente atractivo a la vista y para nuestras cámaras. 

Uno de los lugares más visitados de Chile... y lo mejor es que nosotros sabemos perfectamente los horarios en los que podremos estar prácticamente solos, disfrutando del valle y su impresionante duna y pudiéndonos imaginar paseando solos por un remoto planeta recién descubierto. 

Tendremos la oportunidad de bañarnos en aguas termales a una temperatura de lo más agradable, que surgen de la montaña en un bellísimo escenario.

El vallecito puede resultar incluso más sorprendente que el valle de la Luna si se visita en la hora adecuada, como nosotros haremos. Su icónico autobús abandonado es uno de los lugares más atractivos para tomar fotografías, y sus formaciones geológicas son únicas en el mundo.

Tendremos la suerte de contar con alguno de los mejores guías de la región para explicarnos cómo se ha ido formando tal escenario, y haremos un gran cóctel al atardecer mientras contemplamos el sol caer.

Cerca de San Pedro se encuentra uno de los telescopios del proyecto ALMA. El motivo es evidente: Nos encontraremos en uno de los lugares del mundo con menor contaminación lumínica. 

Tendremos por tanto una de las mejores oportunidades de nuestras vidas para ver las estrellas, y dedicaremos una noche a ello, disponiendo de un gran telescopio que nos permitirá acercarnos un poco más al apasionante mundo de la astronomía.